La adolescencia: Una montaña rusa de emociones

A group of people

¿Qué es la adolescencia temprana?


Según la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es la etapa del desarrollo que se produce después de la niñez y antes de la adultez; dentro de esta etapa se incluyen tres estadíos: la adolescencia temprana, la adolescencia intermedia y la adolescencia tardía.


La adolescencia temprana es la etapa que inicia alrededor de los 10/11 años hasta los 13/14, se caracteriza por el origen de la pubertad. Continúan entonces los cambios físicos, psicológicos, sociales y ahora sexuales, siendo los cambios físicos y hormonales aquellos más notorios.


Etapa de transición

El lóbulo frontal, que se encarga de las funciones ejecutivas como el razonamiento, la planificación, flexibilidad cognitiva, la inhibición, la solución de problemas y la toma de decisiones, empieza a desarrollarse. El cerebro experimenta un gran cambio eléctrico y fisiológico, las redes neuronales se reorganizan por completo (poda sináptica); es importante saber que esta poda se produce en último lugar en la parte prefrontal, ya que es la más evolucionada del cerebro y constituye el centro de estas funciones ejecutivas, que tienen un papel fundamental en el comportamiento de adolescentes y adultos. En conclusión, este reajuste es algo que influye tanto a nivel físico, como cognitivo y emocional.

Otros cambios son el aumento en la producción de la melatonina (hormona del sueño), vasopresina, testosterona, oxitocina y dopamina.  

Emocionalmente (y siempre habrá diferencias individuales) prevalecen los estados de ansiedad, confusión, miedo y/o entusiasmo; hay que tener en cuenta que están dejando atrás la inocencia propia de la niñez y se generan ciertas expectativas de cómo están madurando. Por otra parte, la amígdala (centro emocional cerebral), produce que muchas de las reacciones automáticas pasen poco a poco a estar mejor controladas, disminuyendo la impulsividad propia de tal etapa.


Aunque tus hijos vienen de una etapa de maduración cognitiva, siguen teniendo aún un pensamiento concreto (Jean Piaget), esto a rasgos generales indica que todavía no logran poner de antemano las consecuencias de sus actos o mucho menos asumirlas y actúan de manera más egocéntrica, tienden a pensar constantemente “que todo el mundo tiene el ojo puesto sobre ellos”, tienen la necesidad de asumir riesgos altos y sentir satisfacción al superarlos.


¿Cuál es el reto que enfrentan los padres de adolescentes?

Es una etapa tan compleja para los adolescentes, como para los padres, familiares o acudientes, en tanto que los cambios son difíciles de asumir, ya no se encuentran los seres que conocíamos en ese mismo cuerpo, porque hasta el cuerpo, los hábitos, intereses, prácticas, conductas y pensamientos pueden estar variando. También les resulta complicado asumir un rol cuando no se entiende si los hijos son aún menores o mayores, si exigen muchos derechos, independencia y privilegios; pero paradójicamente se identifican conductas impulsivas, inmaduras y poco centradas.

Una etapa en la que definitivamente también los padres de familia tienen el gran desafío de transformarse en los padres que sus hijos necesitan. En ocasiones se hace necesario el acompañamiento de un profesional, tanto para los adolescentes, como para los padres, mientras se genera una armonía y sincronía en este importante momento de la vida.


Si tienes hijos en esta etapa del desarrollo, estas son algunas recomendaciones para interactuar con ellos:


  • Comprender y empatizar con lo que se puede observar como un “retroceso cognitivo” en los hijos.


  • Apoyar el desarrollo de las funciones ejecutivas. 


  • Respetar su espacio personal siguiendo la pauta que ellos te dan. 


  • Supervisar de manera sutil a través de la confianza, el diálogo, los límites y normas. 


  • Evitar el brindar ayuda con actuar por ellos. Ya que es el momento de promover aún más la autonomía e independencia.


  • Aceptar con paciencia y generar negociaciones frente a las diversas formas de expresiones en busca de la identidad (vestuario, aspecto personal, amistades, pasatiempos, tiempo a solas).


  • Utiliza el método RULER, por sus siglas en inglés (Recognizing-Understanding-Labeling-Expressing-Regulating), un medidor emocional. En este link se puede observar de manera práctica: https://youtu.be/P1juVLSR7q4


Nunca te compares con otros padres, ni compares a tus hijos con otros hijos. Cada situación es única”.


Sarah Jana Radcliffe



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS






La adolescencia: Una montaña rusa de emociones

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¿Qué es la adolescencia temprana?


Según la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es la etapa del desarrollo que se produce después de la niñez y antes de la adultez; dentro de esta etapa se incluyen tres estadíos: la adolescencia temprana, la adolescencia intermedia y la adolescencia tardía.


La adolescencia temprana es la etapa que inicia alrededor de los 10/11 años hasta los 13/14, se caracteriza por el origen de la pubertad. Continúan entonces los cambios físicos, psicológicos, sociales y ahora sexuales, siendo los cambios físicos y hormonales aquellos más notorios.


Etapa de transición

El lóbulo frontal, que se encarga de las funciones ejecutivas como el razonamiento, la planificación, flexibilidad cognitiva, la inhibición, la solución de problemas y la toma de decisiones, empieza a desarrollarse. El cerebro experimenta un gran cambio eléctrico y fisiológico, las redes neuronales se reorganizan por completo (poda sináptica); es importante saber que esta poda se produce en último lugar en la parte prefrontal, ya que es la más evolucionada del cerebro y constituye el centro de estas funciones ejecutivas, que tienen un papel fundamental en el comportamiento de adolescentes y adultos. En conclusión, este reajuste es algo que influye tanto a nivel físico, como cognitivo y emocional.

Otros cambios son el aumento en la producción de la melatonina (hormona del sueño), vasopresina, testosterona, oxitocina y dopamina.  

Emocionalmente (y siempre habrá diferencias individuales) prevalecen los estados de ansiedad, confusión, miedo y/o entusiasmo; hay que tener en cuenta que están dejando atrás la inocencia propia de la niñez y se generan ciertas expectativas de cómo están madurando. Por otra parte, la amígdala (centro emocional cerebral), produce que muchas de las reacciones automáticas pasen poco a poco a estar mejor controladas, disminuyendo la impulsividad propia de tal etapa.


Aunque tus hijos vienen de una etapa de maduración cognitiva, siguen teniendo aún un pensamiento concreto (Jean Piaget), esto a rasgos generales indica que todavía no logran poner de antemano las consecuencias de sus actos o mucho menos asumirlas y actúan de manera más egocéntrica, tienden a pensar constantemente “que todo el mundo tiene el ojo puesto sobre ellos”, tienen la necesidad de asumir riesgos altos y sentir satisfacción al superarlos.


¿Cuál es el reto que enfrentan los padres de adolescentes?

Es una etapa tan compleja para los adolescentes, como para los padres, familiares o acudientes, en tanto que los cambios son difíciles de asumir, ya no se encuentran los seres que conocíamos en ese mismo cuerpo, porque hasta el cuerpo, los hábitos, intereses, prácticas, conductas y pensamientos pueden estar variando. También les resulta complicado asumir un rol cuando no se entiende si los hijos son aún menores o mayores, si exigen muchos derechos, independencia y privilegios; pero paradójicamente se identifican conductas impulsivas, inmaduras y poco centradas.

Una etapa en la que definitivamente también los padres de familia tienen el gran desafío de transformarse en los padres que sus hijos necesitan. En ocasiones se hace necesario el acompañamiento de un profesional, tanto para los adolescentes, como para los padres, mientras se genera una armonía y sincronía en este importante momento de la vida.


Si tienes hijos en esta etapa del desarrollo, estas son algunas recomendaciones para interactuar con ellos:


  • Comprender y empatizar con lo que se puede observar como un “retroceso cognitivo” en los hijos.


  • Apoyar el desarrollo de las funciones ejecutivas. 


  • Respetar su espacio personal siguiendo la pauta que ellos te dan. 


  • Supervisar de manera sutil a través de la confianza, el diálogo, los límites y normas. 


  • Evitar el brindar ayuda con actuar por ellos. Ya que es el momento de promover aún más la autonomía e independencia.


  • Aceptar con paciencia y generar negociaciones frente a las diversas formas de expresiones en busca de la identidad (vestuario, aspecto personal, amistades, pasatiempos, tiempo a solas).


  • Utiliza el método RULER, por sus siglas en inglés (Recognizing-Understanding-Labeling-Expressing-Regulating), un medidor emocional. En este link se puede observar de manera práctica: https://youtu.be/P1juVLSR7q4


Nunca te compares con otros padres, ni compares a tus hijos con otros hijos. Cada situación es única”.


Sarah Jana Radcliffe



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS






La adolescencia: Una montaña rusa de emociones

A group of people

¿Qué es la adolescencia temprana?


Según la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es la etapa del desarrollo que se produce después de la niñez y antes de la adultez; dentro de esta etapa se incluyen tres estadíos: la adolescencia temprana, la adolescencia intermedia y la adolescencia tardía.


La adolescencia temprana es la etapa que inicia alrededor de los 10/11 años hasta los 13/14, se caracteriza por el origen de la pubertad. Continúan entonces los cambios físicos, psicológicos, sociales y ahora sexuales, siendo los cambios físicos y hormonales aquellos más notorios.


Etapa de transición

El lóbulo frontal, que se encarga de las funciones ejecutivas como el razonamiento, la planificación, flexibilidad cognitiva, la inhibición, la solución de problemas y la toma de decisiones, empieza a desarrollarse. El cerebro experimenta un gran cambio eléctrico y fisiológico, las redes neuronales se reorganizan por completo (poda sináptica); es importante saber que esta poda se produce en último lugar en la parte prefrontal, ya que es la más evolucionada del cerebro y constituye el centro de estas funciones ejecutivas, que tienen un papel fundamental en el comportamiento de adolescentes y adultos. En conclusión, este reajuste es algo que influye tanto a nivel físico, como cognitivo y emocional.

Otros cambios son el aumento en la producción de la melatonina (hormona del sueño), vasopresina, testosterona, oxitocina y dopamina.  

Emocionalmente (y siempre habrá diferencias individuales) prevalecen los estados de ansiedad, confusión, miedo y/o entusiasmo; hay que tener en cuenta que están dejando atrás la inocencia propia de la niñez y se generan ciertas expectativas de cómo están madurando. Por otra parte, la amígdala (centro emocional cerebral), produce que muchas de las reacciones automáticas pasen poco a poco a estar mejor controladas, disminuyendo la impulsividad propia de tal etapa.


Aunque tus hijos vienen de una etapa de maduración cognitiva, siguen teniendo aún un pensamiento concreto (Jean Piaget), esto a rasgos generales indica que todavía no logran poner de antemano las consecuencias de sus actos o mucho menos asumirlas y actúan de manera más egocéntrica, tienden a pensar constantemente “que todo el mundo tiene el ojo puesto sobre ellos”, tienen la necesidad de asumir riesgos altos y sentir satisfacción al superarlos.


¿Cuál es el reto que enfrentan los padres de adolescentes?

Es una etapa tan compleja para los adolescentes, como para los padres, familiares o acudientes, en tanto que los cambios son difíciles de asumir, ya no se encuentran los seres que conocíamos en ese mismo cuerpo, porque hasta el cuerpo, los hábitos, intereses, prácticas, conductas y pensamientos pueden estar variando. También les resulta complicado asumir un rol cuando no se entiende si los hijos son aún menores o mayores, si exigen muchos derechos, independencia y privilegios; pero paradójicamente se identifican conductas impulsivas, inmaduras y poco centradas.

Una etapa en la que definitivamente también los padres de familia tienen el gran desafío de transformarse en los padres que sus hijos necesitan. En ocasiones se hace necesario el acompañamiento de un profesional, tanto para los adolescentes, como para los padres, mientras se genera una armonía y sincronía en este importante momento de la vida.


Si tienes hijos en esta etapa del desarrollo, estas son algunas recomendaciones para interactuar con ellos:


  • Comprender y empatizar con lo que se puede observar como un “retroceso cognitivo” en los hijos.


  • Apoyar el desarrollo de las funciones ejecutivas. 


  • Respetar su espacio personal siguiendo la pauta que ellos te dan. 


  • Supervisar de manera sutil a través de la confianza, el diálogo, los límites y normas. 


  • Evitar el brindar ayuda con actuar por ellos. Ya que es el momento de promover aún más la autonomía e independencia.


  • Aceptar con paciencia y generar negociaciones frente a las diversas formas de expresiones en busca de la identidad (vestuario, aspecto personal, amistades, pasatiempos, tiempo a solas).


  • Utiliza el método RULER, por sus siglas en inglés (Recognizing-Understanding-Labeling-Expressing-Regulating), un medidor emocional. En este link se puede observar de manera práctica: https://youtu.be/P1juVLSR7q4


Nunca te compares con otros padres, ni compares a tus hijos con otros hijos. Cada situación es única”.


Sarah Jana Radcliffe



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS